jueves, 18 de junio de 2009

La del piercing

La fiesta fashion y cool estaba en su auge. No era una fiesta privada, había como 200 personas, y ya no se sabía por qué estábamos todos allí reunidos: no sabíamos si era un cumpleaños, si era una despedida de soltera... Creo que todos llegamos ahí porque vimos luz y entramos. Nosotros no escapamos a esa situación.

Cuando llegamos notamos que estábamos un poco desfazados porque no éramos muy cool como la tendencia. Todas las chicas estaban más que lookeadas: pollera sobre el pantalón, ropa de diseño, raros peinados nuevos, colores vívidos y estridentes...

Todo era muy moderno... Ultramoderno. Supermoderno. Re-moderno.

Estaba bien difícil chamuyar porque la música estaba muy fuerte, había que gritar... Así no da. Y en esas fiestas no existía un reservado, ni un V.I.P ni nada parecido... Si no bailabas, no existías.
Yo bailando como que me defiendo pero tampoco me luzco; además, yo iba a la fiesta de levante y ya. Ni siquiera me iba a gastar en disimularlo.

Pero, por suerte, las chicas estaban re-puestas. Graciadió. Las chicas modernas son más ágiles y conocen las nuevas tendencias modernas, no le tienen asco ni miedo a nada.

Ella bailaba alocadamente. Ella era una chica fashion bien. Ella estaba buenísima. Ella se dejaba llevar por los sonidos electromagnéticos. Ella llevaba una pollerita bien cortita dorada y un strapless un poco transparente y bailaba y bailaba y no dejaba de moverse... Ella tenía la vista ciega, bailaba como poseída pero en algún momento creo que ¡me miró! Y me clavó su mirada. Por unos segundos nos miramos, ella seguía moviéndose y yo, claro, la seguía contemplando... La seguía disfrutando... Y se dirigió directamente hacia mi.

Me gusta tu nariz ¿Cómo te llamás? [Epa]
[Esos labios turgentes los mordería sin problema, nena. Pero vos seguí bailando, vos tranqui. Sabé que no me gusta hablar a los gritos y además no quiero que hablemos, yo sólo quiero verte bailar... Pero no bailes conmigo. Vos sola]

Cuando se estaba por ir por mi falta de onda cool la tomé de la mano y me la llevé hacia otro lado: a un lugar sin ruido, sin nadie... La saqué de la fiesta.
Y ahí nos dijimos cómo nos llamábamos, y ella me sugirió que me pusiera un piercing en la nariz. Ni loco. Y entonces ella me contó que tenía uno en la lengua. A ver, mostrámelo.

Y ahí estaba esa especie de yunque minúsculo color plateado de titanio porque-tiene-que-ser antiséptico, ahí estaba eso y su lengua se veía un poco extraña. De golpe ella me dejó de parecer un bombón y empecé a ver a una adolescente rebelde y no, eso mucho no me prendía hasta que...

Recordé lo que me había contado mi amigo Pablo que le había contado su amigo Luis que su novia tenía un piercing en la lengua y que...

¿Por qué no vamos para mi casa?

Y entonces...

Desde ese día ando buscando siempre una con piercing en la lengua.

5 comentarios:

  1. Jajajajajajajajajajajajajaja Porr favorr, que piensan en eso nomaaaaas :P
    Un beso, Ulises, vos, el peor de todos.

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  2. jajjajajajjajajaja
    si la encuentras y pasa de ella
    enviamela
    muy buena historia recorede q yo no soy re moderno
    y mucho menos conquistare niñas con pircings

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  3. te creo, yo tengo un temita con los tatuajes

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  4. Mercedes: No sólo se piensa, también se siente. Te lo juro.

    n.: mi tocayo!

    kradprro: no te preocupes, hay varios que no somos re modernos, igual tenemos onda ;)

    dire: viste? un fetiche...

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